Google+ Lactando amando. Crianza feliz.: Mi parto -2ª parte.

sábado, 21 de mayo de 2011

Mi parto -2ª parte.

(Si no leiste la primera parte de esta historia pincha aquí)

Como iba contando ya estaba dilatando pero no como debía, así que me trasladaron a la sala de dilatación (en la camilla, no me dejaron ir andando) y allí conocí a la que fue la matrona que ayudó a nacer a mi pequeño. Se llamaba Justa y era bastante simpática cosa que me agradó. Le dije que qué bien. Que como ya estaba de parto no tendrían que ponerme la oxitocina, a lo que ella me respondió -¿Cómo que no?, si te la tengo que poner ahora mismo-. Pues ¡venga!, otro mal rato para mí…comencé a ponerme muy nerviosa. La matrona salió y la escuché hablar con otras que estaban fuera: -Pobre chica, de tres centímetros y con la dichosa oxitocina y sin poderse mover, cuando podría haber dilatado tranquilamente en su habitación y a su aire…pero ¿Qué puedo hacer yo?, me han mandado que se la ponga, no puedo hacer más que ponérsela, no me dejan otra opción-


Imaginaos cómo me sentí, sentí que hacían conmigo lo que les daba la gana, yo no podía decidir por mí misma y la matrona tampoco, y es que a veces ellos son sólo mandados por mucho que lo quieran hacer bien.
Justa me “enchufó” la oxitocina e imaginaos que pronto comencé a sentir unas contracciones bastante dolorosas y encima sin poderme mover de la cama, de estar boca arriba y con las correas puestas….eso no había quien lo aguantara. Pero volvió la matrona y a pesar de lo que le habían mandado, me desconectó la oxitocina durante un buen rato, me dijo que me fuera al baño y me relajara y que me moviera y colocara como yo quisiera. ¡Menudo alivio!, podía moverme y vivir mi trabajo de parto como me daba la gana y eso ayudó muchísimo. Cuando me encontré mejor me conectó otra vez durante un rato, luego otra vez desconectaba y a sentarme al sillón, cosa que también me alivió bastante. Yo era consciente de que había que monitorizar a mi pequeño casi todo el tiempo por su corazón pero es que ¡necesitaba poder moverme! y mi matrona me ayudó a que llevara el mejor trabajo de parto posible. 

Lo peor fue cuando me trajeron a la cama de al lado a otra mujer de parto, además era su segundo hijo y os juro que no paraba de chillar y que cada vez que ella gritaba a mi me dolía el doble….ufff eso fue de lo peor…me hicieron un tacto y vio que aunque estaba dilatando muy bien (5 cm)  seguía sin borrar el cuello del útero así que para ver si así se borraba me tuvo que romper la bolsa y efectivamente comencé a borrar el cuello de una maldita vez. Esto fue a las 5 de la tarde más o menos. Pero hasta que fue todo bien y bajo los incesantes gritos de mi “compañera” me desesperé y comencé a no poder  más y pedí hablar con la anestesista para contarle lo de mi espalda y la posibilidad de ponerme la epidural. Vino y le conté mi situación, me dijo que me la podía poner si yo quería pero que  si podía aguantar mejor pues con los dolores podría empujar mejor luego, aún así yo la pedí y al poco tiempo vino con un chico (por lo visto estaba de prácticas) y le dijo que me la pusiera él, ¡maldita decisión!, después de dos pinchazos dice que ya está puesta, pasa el rato, media hora, una hora…y nada…no notaba ningún alivio, sólo que el líquido corría por mi espalda pero no por donde debía, imaginaos que impotencia y rabia sentí, después de intentar no ponérmela decido hacerlo muy a mi pesar y encima no me la ponen bien…me eché a llorar desconsoladamente por haber decidido ponérmela, total…no me estaba haciendo efecto…así que seguí dilatando sin ella hasta que la anestesista me hizo caso. 
Para entonces eran las seis y media y ya había borrado el cuello del útero y estaba de ocho centímetros. La anestesista corroboró que estaba mal puesta y yo ya de rabia le dije que quería otra ya, ella discrepó, que ya para qué, que ya era tarde…pero insistí pues ya estaba harta de tanta tontería. Esta vez me la puso ella y a la primera acertó, ahora bien… para cuando me hizo algo de efecto ya eran mas de  las siete y estaba en la sala de partos pariendo a mi hijo…así que al final pasé todos los dolores de un trabajo de parto inducido, que impotencia, imaginaos. 

De todos modos decidí tomarme el parto lo mejor que pude, por fin tendría a mi hijo conmigo y llegaría la tranquilidad, estuve empujando con mi marido mientras mi matrona ayudaba a parir a “mi compañera” que lo tuvo antes que yo y al poco nos tocó a nosotros. Para cuando me llevaron al paritorio me había hecho algo de efecto la segunda epidural pero la primera había hecho de las suyas y me había dormido las piernas por completo y no tenía ningún control sobre ellas. Por suerte no se me pasaron las ganas de empujar y algunos dolores y mi parto al final fue bien, mi matrona excelente, ya no solo en el trabajo de parto si no en el nacimiento de mi hijo. En la sala de parto sólo estaba ella y una enfermera y más tarde una pediatra pues como mi hijo tenía las pulsaciones así tenían que hacerle un pequeño examen a nacer.

Mientras mi matrona atendía mi parto a las mil maravillas llego la pediatra sin venir a cue
nto y comenzó a empujar mi barriga para “ayudar a salir a mi bebé” según ella…tanto empujó que me desmayé por unos segundos, cuando abrí los ojos no sabía ni donde estaba, y me pregunto, ¿Quién era la pediatra para tocarme a mi?, y ¿Cómo lo permitió la matrona?, inmediatamente le dije que me dejara tranquila y no empujara más y me dijo –si es por ayudarte, mujer…- y le dije que no me ayudara tanto que en vez de eso me estaba jodiendo y que me dejara parir tranquilita. La matrona le dijo que me dejara y siguió con su trabajo. Por fin mi hijo salió al mundo a las siete y media de la tarde del día 7 de marzo con casi 4 kilitos y con 56cm e inmediatamente lo pusieron en mi pecho, piel con piel, fue maravilloso y al final disfruté mucho de mi parto a pesar de todo y siempre acompañada por mi marido, que sin él jamás hubiera sido tan bonito como fue. 

Y todo esto con un parto vaginal a pesar de las dificultades, un periné perfecto y sin episiotomía a pesar de que la cabeza de mi bebé era muy grande y un post parto muy tranquilo en una sala donde a los poco minutos de nacer ya tenía a mi hijo enganchado al pecho. Eso lo hace una buena profesional, una mujer que me ayudó en cuanto pudo y que se lo curró conmigo a pesar del resto de personal que tan mal lo hicieron. Le estoy muy agradecida.
Los dos días que pasé allí ingresada fueron estupendos, me atendieron genial a mi y mi bebé, mi marido no se separó de mi ni un segundo y me apoyaron en todo lo posible con la lactancia materna, en eso he de decir que no tengo ninguna queja, aunque durante mi trabajo de parto y mi parto hubieran dos mujeres indeseables que tanto me hicieron sufrir.
Os dejo el momento en el que nació mi pequeño para que veáis realmente cómo fue ese momento de alumbramiento y en el que, a pesar de todo lo pasado y de ser un parto inducido, al final tuvimos un parto feliz.



Con esto os quiero decir que aunque debemos luchar con uñas y dientes para que nos dejen vivir el parto a nuestra manera hay ocasiones como la mía en las que no queda más remedio que una inducción o una rotura de membranas y que de ser así no tenemos por qué tener un mal parto y hay que intentar disfrutarlo todo lo que se pueda y para eso no debéis permitir que os traten como ganado y hagan con vosotras lo que quieran.
Y  que denunciéis prácticas tan lamentables como la que me hizo a mi la obstetra de turno sin mi consentimiento o la anestesista dejando a un inexperto para ponerme la epidural o a la pediatra empujando sin motivos cuando incluso la OMS no lo recomienda, que por cierto, por culpa de eso estuve sangrando más de lo debido. Que dejéis claras vuestras preferencias y deseos sobre vuestro parto y que pidáis apoyo con la lactancia.
Nunca dejéis que hablen por vosotras y luchad por el parto que deseáis y si, como fue mi caso, no es del todo posible al menos luchad por que sea lo mas natural posible y por poder disfrutarlo cuanto podáis.
Somos las protagonistas y tenemos todo el derecho a vivirlo lo más dignamente posible.

Poe mi parte le doy las gracias a la matrona que me tocó por suerte y por el apoyo que me brindó, por su paciencia y por sus buenas palabras y por lo bien que lo hizo y al personal de planta que nos trató de maravilla. A los demás, a la obstetra, a  la pediatra y a los anestesistas sólo decirles que empaticen un poco con nosotras y sean capaces de sentir como podemos sentirnos nosotras cuando nos tratan así.
Aún despues de todo y a pesar de todo tengo claro que cuando tenga otro hijo si Dios quiere, lo tendré en el mismo hospital por muchos motivos, aunque eso sí, con mi plan de parto bien clarito y no permitiendo que hagan conmigo lo que quieran. Yo doy a luz, yo decido.

10 comentarios:

  1. Qué suerte que te tocó esa matrona que te permitió un respiro a tanto sufrimiento! Y qué bueno que hayas podido disfrutarlo de todos modos. Evidentemente podías parir, mujer, si ni te desgarraste!! Quizás si hubieran intentado técnicas más respetuosas hubieses podido tener el parto que querías...
    Es cierto que hay ocasiones en las que es necesario intervenir, pero eso no implica maltrato, al contrario! deberían tener mejor trato aún, porque hay más vulnerabilidad y temor...
    Hay algo que no entiendo... por qué irías al mismo hospital otra vez? Si es un lugar que permite el maltrato al paciente... por qué no piensas en otra opción?
    Cariños!!

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  2. ¡CLaro!, eso piendo yo, que a nosotras deberían de tratarnos aun con más cuidado pero pro desgracia no es así.
    Pues quiero parir en el mismo hospital primero proque hay grandes profesionales en él y aunque tuve una mala experiencia con algunas personas las matronas en general son excelentes y la atención tambien, también proque pienso que gente mala hay en todos sitios y nadie me asegura que no de con una persona así en otro hospital. Por otro lado no tengo muchas opciones, solo ese hospital y otro y los demás son de pago, así que entre el otro donde a pesar de que vendan lo contrario algunos hacen cosas que no comparto y donde parí (que fué donde yo nací) prefiero este, también porque están mucho más preparados en caso de complicaciones del recién nacido pues el otro es un hospital general y este es materno infantil.
    De todos modos no me cabe la menor duda de que tanto en un hospital como en el otro hay grandes profesionales, de hecho conozco personalmente a personal de los dos lados y son excelentes profesionales y defensores del parto natural. Yo pienso, como he dicho, que depende de la suerte que tengas con quien te toque en ese turno. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo, Melina.

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  3. Enhorabuena , por tu parto, la verdad es que algunos pediatras y profesionales, no se porque eligen esa profesion, al menos la matrona ultima te trato, bien, un abrazo guapa, y si chicas luchar por que sea vuestro parto y no el de ellos

    verozapa, yerayeidairaentande.

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  4. Gracias por compartir esos momentos con nosotras. Al final no fue el parto deseado, pero que final mas bonito.
    Me ha encantado que lo compartas.
    Besos¡

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  5. Gracitata, que tristeza me da saber que no sos la única mujer en recibir este tipo de violencia, en uno de los momento más importantes que podemos vivenciar. Te agradezco como mujer, que compartas tu historia para que otras puedan aprender de ella. Es un gesto de generosidad inmenso.
    Me alegro que a pesar de todo puedas rescatar bellos sentimientos de esta experiencia.
    Besos!
    Flor
    (maternarteconamor.blogspot.com)

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  6. Hola Graciata,
    me queda un regusto triste al leer los post sobre tu parto... ¿porque todos los profesionales no son como la matrona? ¿porque hay que aguantar, olvidar y en parte disculpar malos tratos? se aprovechan de nosotras cuando más vulnerables estamos... porque convengamos cuando estamos pariendo no estamos para montar bronca, que si no mas de un@ se llevaba un zapatazo en la boca...
    Abrazos!

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  7. Hola!
    En cierto modo tu parto me ha recordado al mío. A mi también me lo indujeron con propés y al no dilatar lo suficiente me pusieron oxiticina. Estuve 22 horas de parto, en total. También me tocaron unas matronas que en los momentos del tacto eran bastante "brutas"... ¡y a mi me dolía! Costaba que me tactaran, y tenía que ir oyendo a las comadronas e infermeras (detrás de las cortinas, como si yo no estuviera allí) que yo era muy difícil y que cuidado conmigo...eso me hacía sentir peor aún.
    Al final pedí la epidural para que me pudieran tactar mejor, sin que me doliera tanto, y por suerte dilaté muy rápido. Cuando me dejaron en el quirófano, lo último que me dijo la comadrona que me llevó por la tarde-noche (mi hijo nació a las 21:45) es que "qué suerte, ganaré la apuesta porque tu hijo nacerá antes de las 22h"...
    La verdad es que cuando tienes a tu hijo se te olvida todo lo mal que se pasa cuando se induce un parto, porque tu en esos momentos te encuentras bien y eres consciente de todo y de como pasa el tiempo y tu no dilatas lo suficiente...Pero cuando me paré a pensar en como había ido mi parto me sentí muy mal porque no encontré el calor ni la simpatía de las personas que trabajaban allí. El parto precioso de mi hijo estaba "manchado" por las horas de dilatación. Lo pasé fatal.
    Tengo claro que si pudiera decidir donde parir mi próximo hijo, no sería en este hospital.

    Lo siento por mi parrafada, pero tenía ganas de compartir también lo mal que lo pasé las horas antes de tener a mi hijo en brazos. Gracias por compartir tu experiencia.

    Mercè

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  8. Si, es cierto que un parto inducido es durísimo y que despues, cuando pasa todo, lo recuerdas en frio y sufres de haber tenido que pasar por todo eso. En mi caso me toco una matrona excelente, tuve esa suerte, los tactos pocos y bien hechos y al meomns lo hizo bien y con cariño. Yo estuve al final 26 horas entre dilatación y parto....y si, uff es durillo, Tu caso parece más duro aún. Un abrazo y gracias por compartir tu experiencia, Mercé.

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  9. Muchas gracias por contar tu experiencia, me ha gustado mucho. Yo también tengo pensado un parto natural, y me da miedo que me pueda encontrar con profesionales que no me respeten, es quizá a lo que más miedo tengo (y no al dolor, ni a un parto largo). Se que es una posibilidad que todavía se da mucho, así que tu experiencia me ayuda a aún así hacerme a la idea de disfrutar del parto, y de seguir exigiendo mis derechos.
    Yo estoy entrenando al padre para que si me ve muy indefensa se haga valer él también.
    Un abrazo

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  10. ¡Hola!
    Yo estoy de 35 semanas ya sólo me queda un mes para poder verle la carita a mi pequeña =D
    Te doy las gracias por haber comentado tu experiencia.Yo tengo mucho miedo,pues soy primeriza y escucho ¡cosas espantosas!
    Ya no es por el dolor,si no por la gente inexperta o directamente gente que no hace su trabajo en condiciones por que no les da la gana...Hay de todo.
    Muchas gracias y enhorabuena por ese precioso bebé :D

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