Y ahora nos planteamos otra duda e inquietud que nos suele surgir con nuestros hijos: ¿Come lo suficiente?,Y es algo que, a mi parecer, nos preocupa demasiado y nos obsesionamos un poco.
Cuando cumple los seis meses el pediatra nos indica que le variemos la alimentación, de tomar solo pecho o leche de fórmula además ahora tomará, según el pediatra, fruta o cereales. Un biberón de 150 de cereales y un puré de frutas para merendar, luego pasará a las verduras, el pollo…y así seguirá hasta que con un año pueda comer prácticamente de todo.
Y nosotros, como padres, queremos que nuestro hijo este bien alimentado, que no le falte ningún nutriente y que coma todo lo que nos han recomendado.
Recuerdo como el pediatra de Alejandro, cuando cumplió cuatro meses me indicó que comenzara con la fruta, que había adelgazado unos gramos (claro, estuvo malito con muguet y le dolía al mamar), me indicó que en otras condiciones se recomienda sólo pecho hasta los seis meses, pero que como había adelgazado…claro, yo, madre primeriza me sentía fatal pensado que mi hijo había pasado hambre por mi culpa (que equivocada estaba), y lo comencé a atiborrar de fruta como me había indicado y de cereales por la noche como también me indicó a partir del quinto mes. Como podéis intuir, la lactancia comenzó a disminuir y el niño comía más fruta que no le aportaba apenas alimento que pecho que era lo que necesitaba. Menos mal que me di cuenta a tiempo...
Un mes después me dio una larga lista de alimentos con gramos exactos e indicaciones sobre el orden en el que se los tenía que dar. Pues si lo ha dicho el pediatra será por algo, así lo hice los primeros meses, luego cuando comentas con otras madres te das cuenta de que cada pediatra tiene su propia lista y ni el orden ni la cantidad coincide, así que no tiene mucho sentido seguirlas a raja tabla....
Para colmo el pediatra de mi hijo me hizo mucho hincapié en que le diera siempre el pecho después de cada comida, él quería decir que le diera bastante pecho pero no se da cuenta de que poco iba a tomar después de atiborrarse de comida… Menos mal que yo le daba después, antes y en medio.
Luego nos obsesionamos con que tomen las cantidades recomendadas cuando, como bien explica el doctor Carlos Gonzalez en sus libros, están claramente hinchadas para asegurarse de que ningún niño se quede con hambre. Yo no necesito la misma cantidad de comida que el vecino, por tanto a los niños les pasa lo mismo.
Pero nosotras, cuando nuestro bebé se deja un poco de biberón nos empeñamos en intentar que se lo tome de todas las formas posibles, inventamos mil historias para que se tomen toda la papilla y el puré, y si se deja un poco nos invade un gran sentimiento de culpa pensando en que se queda con hambre.
Como ya dije cuando hablé de la lactancia a demanda, nuestros hijos son los únicos que saben cuando y cuánto necesitan comer. Pues si se dejan comida será porque no les apetece más, habrá unos alimentos que les gusta más que otros, habrá días que estén malitos y no les apetezca comer y sólo quieran pecho o un determinado alimento, al fin y al cabo igual que los adultos, ¿no?. Eso es lo que tenemos que comprender, que cada niño es un mundo y tiene unas necesidades diferentes. Sólo hay que confiar en ellos. Evidentemente habrá niños que tengan claros problemas con la comida y necesitarán otro tipo de ayuda.
Pero si nuestro hijo/hija es un bebé sano y crece y aumenta de peso normalmente debemos dejar que sean ellos los que decidan cuanto desean comer y sobre todo, JAMÁS OBLIGAR A COMER A UN NIÑO, bajo ningún concepto y mucho menos cuando están malitos.
Con estos consejos yo he logrado que la hora de la comida en mi casa sea una hora feliz y por eso quiero compartirlo con vosotros.
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