Google+ Lactando amando. Crianza feliz.: La teta, ese bendito consuelo.

martes, 22 de marzo de 2011

La teta, ese bendito consuelo.

Cuando mi hijo mama, en muchas ocasiones no lo hace por comer y eso hace que me de cuenta de lo importantísimo que es amamantar para el desarrollo emocional de los niños. Pero también es reconfortante para nosotras.
El sábado pasado fue un día agotador para los tres. Fuimos a Málaga a comprar cositas a IKEA y a aprovechar ese buen tiempo que nos brindó el fin de semana para irnos a la playa y relajarnos un poco y para que Alejandro disfrutara del sol, del mar y del aire libre.
Esa mañana ninguno de los tres nos despertamos demasiado bien y el peque estuvo enganchado a la teta toda la mañana. Cogimos el coche y salimos para Málaga, y aunque Alejandro está más que acostumbrado al coche desde que nació, en ese viaje y con tantas curvitas el pobre comenzó a sentirse mal y a llorar hasta que tal era el mareo que llevaba el pobrecito que vomitó. Bueno…pude atenderlo como pude desde delante mientras su papá buscaba la salida más cercana para pararnos, y aunque fue poco tiempo para mi hijo se hizo eterno, estaba asustado pues nunca jamás en la edad que tiene había vomitado y tampoco se había mareado y era una sensación nueva para él. Para colmo su mamá estaba en el asiento de delante sin poder cogerlo en brazos y darle consuelo, así que lo pasó fatal.
Una vez que pudimos parar lo limpiamos bien y estuvimos un ratito fuera hasta que se le pasó, y de nuevo a la carretera, pues ya quedaba poquito para llegar. El resto del viaje no fue mejor…se volvió a marear y yo, de estar vuelta hacia él para atenderlo y entretenerlo también me mareé, si a eso le sumas que yo tampoco andaba muy bien…no veíamos el momento de llegar al destino.
Cuando llegamos paramos en un centro comercial donde pudimos comprarle ropita nueva al peque para cambiarle la que se había manchado y por fin nos dispusimos a descansar. Cuando pude coger a mi hijo en brazos lo primero que quiso fue pecho, así que dicho y hecho, nos sentamos en la fuente tan ricamente a darle de mamar.


Allí pasó mucho tiempo enganchado a su tetita mientras disfrutábamos del agradable día y fuimos relajándonos cada vez más. Mi hijo necesitaba estar cerca de su mamá para poder calmarse después del susto y yo, desde luego también, ya no sólo por las conocidas cualidades que tiene amamantar para relajar el organismo, sino por el hecho de sentirse tan cerca de tu bebé, ver como con sólo ese gesto le estás proporcionando tanto. Así pasó todo el día y desde entonces tiene “tetitis aguda”  y yo estoy encantada de tenerlo tan cerquita mías tantas veces al día.
Ver como mi hijo volvió a sonreír contento y feliz en cuanto tuvo su teta, eso relaja a cualquiera, ese vínculo que te hace sentir tan dichosa e importante y tan especial.
Sentir todo el amor que llevo dentro para mi hijo cuando lo amamanto, saber que lo estoy alimentando no sólo con mi leche sino también con mi amor.

Así que, gracias a la lactancia materna, esa que tanta gente critica, pudimos conseguir pasar un gran día después de todo. Alejandro con su teta, yo amamantándolo y mi marido disfrutando de vernos así de felices.

El acto de dar el pecho no sirve sólo para alimentar a nuestros hijos, es muchísimo más que eso, es un signo de amor, de protección y de respeto. Es un vínculo que jamás tendremos con nadie más, sólo con nuestros hijos. Amamantando a nuestros hijos le estamos dando todo lo necesario para que sean felices.  Cuando nos necesitan, ya sea porque estén malitos, porque se hayan hecho daño o simplemente porque necesitan cariño, dar el pecho es algo casi mágico, pues rápidamente veremos a nuestros hijos sonreír.
Y como he dicho, para nosotras también es muy reconfortante.
Cuando veo que mi hijo me pide teta y cuando la ve se echa a reír dejando ver lo contento que está de que se la dé me hace muy feliz. Cuando está malito y se pasa las horas enganchado a mi pecho me hace sentir my dichosa de poder ser el consuelo de mi hijo de esa forma tan hermosa. Y sobre todo, me sirve para darme cuenta de que amamantando a mi hijo le estoy ayudando a que sea un niño sano y feliz.

Todas las madres queremos lo mejor para nuestros hijos, por eso una de las cosas que queremos conseguir cuando nos quedamos embarazadas es una lactancia feliz y sin problemas, y si no contamos con el apoyo y la ayuda de los que nos rodean es muy frustrante y triste.
Todas las madres deberíamos de poder disfrutar de la lactancia todo el tiempo que madre e hijo decidiesen, contando con todo ese apoyo y ayuda, pero por desgracia no es así.
Por otro lado, somos muchísimas las personas que últimamente estamos promoviendo la lactancia materna del modo que podemos y espero que poco a poco consigamos que la gente deje de inmiscuirse entre madre e hijo, la lactancia materna es algo personal, si quieres amamantas lo haces y si no quieres no lo haces, nadie obliga a ello, y si nadie critica que se use el biberón, ¿por qué lo hacen cuando decidimos dar de mamar a nuestros hijos? ¿Se enterarán alguna vez de que es algo natural? Además de un signo lleno de amor.

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