Queridos hijos:
Hoy que pienso sobre mi vida quiero escribir estas líneas para vosotros.
Para vosotros que volvisteis mi vida del
revés.
Porque cuando me siento triste veo vuestra sonrisa y se me
inunda el alma de amor, porque cuando os escucho con esas vocecitas que me llaman
me lleno de ternura, porque os veo a la vez tan frágiles y tan tan poderosos…
tanto que vinisteis a mi vida para ponerla patas arriba y cambiarla por
completo.
Porque me hicisteis feliz, plenamente feliz desde el mismo instante
en que supe que habitabais en mí. Porque cuando os sentí en mi regazo por
primera vez me sentí la persona más afortunada del universo, sentí la gran
magia de la vida. Porque hicisteis que
sintiera lo que es estar completamente enamorada de un ser tan pequeñito como
lo erais vosotros y como lo seguís siendo. Porque el tan solo hecho de miraros
a los ojos, esos ojos grandes, oscuros y llenos de vida, hace sentirme dichosa.
Desde que os tengo a mi lado me emociono desde el corazón con
cualquier cosa, mucho más pensando en lo mucho que os amo, cuando me encuentro con alguna desgracia no dejo de pensar en vosotros, cuando me encuentro con algo que mejorará nuestro futuro no dejo de pensar en vosotros...T
Desde que estáis en
mi vida me siento más viva, más niña y más mujer a la vez, siento, a través de
vuestros ojos, de vuestra sonrisa y de vuestros juegos la emoción de ser una
niña de nuevo, de descubrir el mundo poco a poco de nuevo con cada gesto.
Valoro cosas que antes no me importaban o ni tan siquiera me fijaba en ellas.
Cuando os amamanto, cuando os abrazo, cuando os beso...me siento en el paraíso, las hormonas del amor me llenan de sentimientos bellísimos hacia vosotros.
Con vosotros cambió mi escala de valores por completo, ahora
comprendo que muchas de esas cosas que tanto me preocupaban antes, realmente no
eran tan importantes para mí.
Porque me habéis enseñado de la vida en estos pocos años
mucho más que el resto del mundo en toda mi existencia, porque me habéis enseñado
el verdadero sentido de la responsabilidad, de compartir, de entregarse al
otro, de amar sin condiciones, me habéis enseñado a ser más fuerte, mucho más
fuerte, me habéis dado una enorme lección de qué es lo realmente importante en
esta vida, de que los problemas vienen pero también se van, y que nunca, nunca
hay que rendirse frente a ellos.
También he aprendido con vosotros lo que es el cansancio, el
seguir adelante a pesar de estar agotada, a no dormir del tirón ni una noche, a
compartir todo o que tengo, hasta mi comida que siempre se os antoja…a no tener
tiempo ni para ducharme, depilarme o tan solo ponerme guapa durante días, a sobrellevar mil rabietas y enfados, mil gritos con paciencia y hablaros con amor a pesar de los nervios, sí, me habéis ayudado a controlar mis nervios, a
sentirme impotente frente a vuestros sufrimientos y frustraciones, esas que,
por mucho que quisiera, no os puedo
evitar y que tanto nos enseñan… pero todas estas cosas son tan solo un ínfimo precio a pagar por todo lo bueno y maravilloso que aportáis a mi vida.
Me habéis enseñado a
valorar lo que tengo y lo que soy, que yo soy la más importante de vuestras
vidas en estos momentos ya sea bonita o fea, esté gorda o delgada, cocine bien
o mal, tenga dos carreras o ninguna, haya tenido buenos puestos de trabajo o
no, tenga muchos amigos o pocos…lo haga genial, bien o tan solo regular con
vosotros…para vosotros siempre seré la mejor madre de mundo, a pesar de que,
eso, me equivoque tantas veces…
Porque también me habéis hecho comprender que soy humana,
con mis limitaciones, con mis complejos, con mis traumas y mis errores…pero ¿sabéis
qué es lo más importante que me estáis enseñando cada día?, a ser mejor
persona, por y para vosotros, cada día miro a esa niña que existe en mi
interior y que grita con todas sus fuerzas por que la deje salir. Y me esfuerzo
por superar todos sus traumas y por no repetir patrones, por ser mejor madre
para vosotros, por haceros felices aunque a veces me salga regular…
Me habéis hecho sacar todo mi potencial, a esforzarme y a luchar, quizá para sacaros
adelante, pero ahí está, eso me habéis aportado vosotros entre mil cosas maravillosas más.
Vosotros habéis marcado un antes y un después en mi vida y
os aseguro que he ganado inmensamente con el cambio.
Tan solo espero que, a pesar de los errores que cometa por
el camino de vuestra crianza, os sintáis felices de tenerme a vuestro lado al
menos la mitad de lo que lo soy yo de ser vuestra madre.
Os amo.
Mamá.
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